El diseño de esta vivienda enfatiza la vida en el exterior mediante un conjunto de terrazas y balcones, prolongaciones de espacios interiores.

EL edificio tiene cuatro plantas. En la planta sótano encontramos un espacio polivalente. En la planta baja encontramos la zona nocturna y en la planta primera la zona diurna. Finalmente, en la planta cubierta encontramos dos terrazas, una para el huerto urbano y otro con piscina.

En las zonas de día predomina el juego entre blancos y negros, con espacios diáfanos mientras que, en las zonas de noche, dónde los espacios son compartimentados, se juega con colores más cálidos.

El pavimento homogeneiza los espacios y la escalera, punto de unión de todas las plantas, es volada y de color blanca, favoreciendo así la sensación de ligereza.

En colaboración con: Francisco Paredes Ferrer, Arquitecto