El objetivo de este proyecto es modificar la distribución de la cocina y comedor para convertirlo en un único espacio abierto y renovar las habitaciones y los baños.

En la planta baja se encuentra la cocina abierta al comedor y ésta se divide de la siguiente manera; una zona de mobiliario tipo columna, una zona de encimera para trabajar donde se encuentra la fregadera y los fogones y finalmente una península que hace también de barra. Predominan los tonos blancos, tanto en los muebles bajos, columnas y encimera combinado con unos muebles altos acabados de madera.

Se ha iluminado la parte inferior de los muebles altos para dar un contrapunto de calidez en el acabado blanco de los muebles de cocina.

El pavimento, laminado con acabado de madera, se sitúa en toda la planta baja para enfatizar más la unión entre cocina y comedor.

Por último, se encuentra un pequeño lavabo independizado que sigue la tónica de colores blancos y acabados de madera de toda la planta baja.

En la planta superior, todas las habitaciones y distribuidor están pavimentados del mismo material y color que la planta baja y se han pintado las paredes de blanco.

El baño general, de colores marrones, tiene como particularidad el revestimiento de las zonas del lavabo con una baldosa con textura de aguas horizontales, la utilización de una mampara fija de vidrio sin marco para dar una sensación de amplitud, una zona de almacenaje independiente y un lavabo de una sola pieza con prolongación de la encimera y sin mueble empotrado en la parte inferior para dar más ligereza al conjunto.

Por otro lado, se encuentra el baño de la suite, donde los colores son de tonos grises con detalles en blanco y cuenta con un lavabo con prolongación de encimera pero, a diferencia del baño general, este si que cuenta con un mueble de almacenaje empotrado compuesto por cuatro cajones en la parte inferior pero con una mínima separación con el pavimento para darle ligereza sin perder volumen de almacenamiento.